top of page

Ya no quiero escribir.

Actualizado: 2 jun 2024


ree

...


Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí algo…

No miento al decir que no sabía como comenzar con esto… o más bien, re comenzar.

 

Quizá estas palabras no alcanzan para describir lo mucho que estuve pensando en el blog durante los últimos años. Nadie más que Dios sabe todas las veces que lo volví a intentar… comencé y lo dejé tantas veces. Jamás las conté, pero fueron muchas.

 

Ahora mismo tengo mis dudas. Hago y escribo esto con miedo, pero lo hago porque así como tantas veces lo he intentado… siento y sé que en igual y mayor medida, Dios ha estado conmigo… llamándome, hablando, susurrando, dando señales a través de cosas y usando personas… he visto, oído y confirmado lo que ya sabía… para esto fui llamado, esto es lo que debo hacer.

 

Entonces, ¿por qué dejé pasar tanto tiempo?

 

Bueno, creo que al principio fue porque me dejé llevar por mis temores y en esa temporada de mi vida comencé a dudar si en realidad estaba haciendo las cosas bien. Tenía ideas que solo estaban en mi mente y no sabía muy bien como compartirlas. Me guardé mis emociones, miedos e ideas por temor a que no fueran apreciadas o entendidas. Pensé que a nadie le interesaría mi vida, mis experiencias o mis momentos con Dios. Pensé que quizá eran cosas que solo a mi me pasaban.

 

El momento más duro fue cuando vi que una idea que tuve y nunca me atreví a compartir estaba ahora en el blog de otro autor. Me sentí terrible. En ese momento solo me frustré y me fundí en mis pensamientos y emociones. Pensé para mi: ¿por qué pasa esto? nunca le conté a nadie de esta idea y de pronto alguien más lo hizo. Y dije: ¡Ya no quiero escribir!

 

Se me ocurrió una mala interpretación de la parábola de los talentos. Me encerré en que por pensar tanto y dejar pasar el tiempo, me había sido quitado el talento que tenía y lo habían entregado a otro. Porque elegí guardarlo todo y no hacer nada con él.

 

Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

San Mateo 25:24-29 RVR1960

 

Pasé muchos meses sin publicar nada, porque dentro de mi se formó un caos. Quiero pensar que nadie lo notó y si alguien lo vio, no dijo nada.

 

Realmente no me sentía en condiciones de escribir otra vez, menos si era para hablar de Dios. Sentí que fallé al guardarme todo y que Dios estaba molesto conmigo y me había abandonado. Sentí un vacío, como si el talento y el llamado de Dios me habían sido quitados.

 

Intenté llenar ese vacío con cosas, personas, experiencias, pecado y dolor, mucho dolor. Todas, cosas que jamás he contado y de las que solo Dios ha sido testigo. No estoy ni un poco orgulloso haber hecho todo eso, ni de la gran vuelta que tuve que dar por el desierto.

 

Irónico ¿No? Fallar más para llenar el vacío por creer que fallé. Como dije: un caos.

 

Aún así, recuerdo haber escrito un par de veces más antes de dejarlo indefinidamente, en un último intento por recuperar lo que tenía. No llegué a mucho y decidí abandonar.

 

Ya no era solo el sentir que había fallado por no usar mi talento, sino que se mezcló pecado, culpa, inseguridad, vergüenza, soledad y miedo. Yo no sabía que hacer y me quedé callado. Nunca lo hablé con nadie, ni siquiera con Dios. Sentía que no podía volver a decir nada bueno.

 

Luego un silencio…

 

Lo que sigue no sé explicarlo, pero lo voy a intentar.

Algo en mi interior me hacía pensar por ratos en el blog y que a pesar de mi y todo lo que yo sentía que me impedía volver a escribir, yo iba a volver. No sé, era raro pensar así. Me preguntaba: ¿Cómo podría volver?


Al tiempo comencé a sentir en mi corazón que debía volver a escribir. Al principio fueron solo ideas, pensamientos fugaces dentro de mi. Luego susurros, una voz. Después hechos y palabras. Se volvió cada vez más fuerte y yo lo comencé a considerar en serio. Me pareció demasiada coincidencia como para ignorarlo. Me puse manos a la obra.

 

Lo primero que hice fue tomar un tiempo para rediseñar el sitio. Me dije: si voy a volver, vamos a darle un refresh a esto. Y… bueno, digamos que hacer este cambió de look a la página se resume en: frustración.


En el camino y al intentar dar una mejor experiencia a los lectores me enfoqué mucho en el diseño y los detalles, en tratar de hacer todo perfecto, al punto que eso detuvo muchas veces comenzar a escribir de nuevo. Pasé noches enteras después del trabajo configurando el sitio. Unas veces fluyó mas que otras. También me encontré con errores y problemas de configuración para los que tuve que pedir ayuda, afortunadamente tenían solución.


Esto del diseño lo cuento más como un paréntesis, pero también es parte de todo este proceso que he estado pasando.

 

Durante el proceso del diseño también quise tomar tiempo para volver a escribir, pero simplemente no fluyó. Cada vez que lo intenté, solo llegaba a abrir el editor de texto para luego pasar horas frente a la pantalla sin hacer nada. Era difícil para mi saber por donde empezar o como contar todo. No lo sé, quizá no sabía que quería contar.


Hoy que por fin escribo esto, no quiero decir que este siendo fácil, he tenido que volver a recorrer mis memorias y encontrar lo que creo que relata de mejor forma un poco de lo que ha pasado en este largo tiempo de ausencia.

 

En el último año he podido ver a Dios como no lo había visto nunca en mi vida, he recibido su palabra y escuchado atentamente a sus indicaciones. En los últimos meses me he sentido más incómodo que nunca respecto a volver a escribir y solo puedo decir como dije la primera vez: ¡Aquí Estoy!

 

Lo más maravilloso y asombroso de todo ha sido darme cuenta que Dios siempre estuvo allí. Él no me dejó. Él nunca quitó su llamado ni el talento. Siempre estuvo allí. Recién me doy cuenta que el haber visto una idea que yo creía que era mía en manos de otro no era para despojarme sino para llamar mi atención, hacerme reaccionar y seguir.

 

Quizá has experimentado una o varias cosas como las que intenté contar en estas líneas.

Quizá sientes que no tienes nada que ofrecer. Haz pensado o dicho: He fallado tanto ¿cómo podría usarme Dios? O… si tan solo tuviera esto o lo otro; si fuera más como tal o cual podría hacerlo…

 

Lo cierto es que todos tenemos nuestro ámbito de influencia, y todos tenemos nuestros dones que Dios nos ha otorgado. Tu ámbito de influencia y tus destrezas son diferentes a las mías, y las mías son diferentes a las tuyas. Es insensato desear algo que alguien más posee en vez de explorar lo que Dios te ha dado y desarrollarlo a su máximo potencial. 

 

Cada uno de nosotros posee puntos fuertes que Dios nos ha dado y solamente estarás satisfecho si desarrollas lo que Dios ha puesto en tu interior y lo llevas al nivel más alto. Eso es por lo que serás recompensado. Dios ha formado individualmente nuestros corazones. Él ha depositado ciertas cosas en una persona que quizás no estén en ti. Él le hado a una persona cierta capacidad que quizás a otra no le dio. 

 

Creo sinceramente que hay algo en ti que te hace único y que te da fortaleza, carácter y presencia, algo especial que Dios ha puesto en ti. Es un fundamento, una posición de fortaleza que Dios quiere utilizar para influenciar y bendecir a otros. 

 

Hoy, al terminar estas líneas solo puedo dar gracias. Gracias a Dios porque por su Amor, en su Gracia y su Misericordia tengo esta oportunidad de escribir. Estoy absolutamente seguro que es Dios quien me tiene aquí y si estoy vivo es porque no es el final. Estoy convencido de que ha sido Dios quien me ha dado su libertad para poder re comenzar este proyecto y en su libertad escribir esto. Quizá no lo imaginas, pero estoy soltando una gran carga con cada palabra escrita hasta ahora.

 

Me siento agradecido por tener una nueva oportunidad de hablar de Dios y la relación que tengo con Él. Agradecido por volver, por hacer realidad la idea de Dios y permitirme servirle con esto. Parecerá que es poco, pero lo hago con gusto.

 

Simple y profundamente ¡GRACIAS DIOS!

 

Aquí estamos otra vez. No tengo idea de que va pasar de aquí en adelante, pero confío en que Dios si.

Si haz llegado hasta aquí, ¡Bienvenido de vuelta al blog! (no importa si es tu primera vez leyendome) y ¡Gracias por leer!

 

¡Jamás podría yo alejarme de tu espíritu, o pretender huir de ti!

Salmo 139:7 TLA

 

Dios mío,

tú fuiste quien me formó

en el vientre de mi madre.

Tú fuiste quien formó

cada parte de mi cuerpo.

Soy una creación maravillosa,

y por eso te doy gracias.

Todo lo que haces es maravilloso,

¡de eso estoy bien seguro!

Tú viste cuando mi cuerpo

fue cobrando forma

en las profundidades de la tierra;

¡aún no había vivido un solo día,

cuando tú ya habías decidido

cuánto tiempo viviría!

¡Lo habías anotado en tu libro!

Salmo 139:13-16 TLA

 

El Señor llevará a cabo los planes que tiene para mi vida,

pues tu fiel amor, oh Señor, permanece para siempre.

No me abandones, porque tú me creaste.

Salmo 138:8 NTV

 

Te dejo un plan de lectura y algunas canciones para escuchar después de leer todo esto.

Espero te bendigan y cobres ánimo


Plan de lectura disponible en YouVersion: Descubriendo y disfrutando su propósito por Bayless Conley.





 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

4 comentarios


Invitado
29 ene 2024

Ánimo Charlye, sigue creyendo en lo que Dios ha puesto en ti. Que bueno que tomaste la decisión de obedecer su voz y entregarle a Él tu talento. 🙏🏻

Me gusta
Charlye Corado
Charlye Corado
30 ene 2024
Contestando a

Muchas gracias por tus palabras. Dios es bueno y solo por su gracia tengo esta oportunidad. Dios te bendiga y gracias por leer.

Me gusta

fernando.alonzo7
29 ene 2024

Me agrado mucho leerte amigó, lamento mucho todo lo que pasó, pero que bueno que a pesar de todo sigues confiando en Dios y en su propósito para ti vida, te quiero mano.

Me gusta
Charlye Corado
Charlye Corado
30 ene 2024
Contestando a

Gracias hermano. Ha sido largo el viaje, pero al fin llegué. Dios es bueno y por su gracia estoy aquí. Bendiciones y gracias por leer.

Me gusta

Recibe el blog en tu correo

¡Gracias por suscribirte!

  • Instagram
  • Facebook
  • Twitter

© 2024 CharlyeCoradoBlog Powered by Wix.com

bottom of page