top of page

Superficial: Identidad

Actualizado: 28 ene 2024


ree

Recuerdo con mucha ilusión como era el inicio de las clases durante mi primaria y secundaria. Todos los años me sentía atrapado y con sentimientos divididos. Estaba ansioso por comenzar y me enteraría si tendría algún compañero nuevo, me reencontraría con mis viejos compañeros y siempre estaba la expectativa de si alguien se había ido.


Como mencione en un post anterior, nunca me sentí popular, y no sé si se trató siempre de un intento fallido por encajar, pero cada día antes del inicio de las clases tendía sobre mi cama, el conjunto de ropa que usaría el primer día, que por lo general siempre incluía una o varias prendas que use o me obsequiaron durante las fiestas de navidad (salvo un par de años que nos obligaron a llegar con el uniforme desde el primer día).


Como era de esperar, nunca cause un impacto real entre mis compañeros y amigos por mi forma de vestir, ellos siempre supieron quién era yo por al menos una de las siguientes tres razones:

  1. Por mi forma de ser

  2. Porque vivía cerca del colegio, y

  3. Por mi Nombre

Casi todos me llamaban por mi nombre, no fue hasta la secundaria que tuve la suficiente confianza con algunos para por fin merecer un sobrenombre (lo cual resultó ser muy útil y genial).


Ahora, me causa mucha gracia recordar estos tiempos. No lo sabía o no me daba cuenta que buscaba que la opinión de otros me ayudara o más bien definiera mi identidad, volviéndola superficial; para que mi exterior diera de qué hablar mientras mi interior se mantenía oculto, no por vergüenza sino por temor a que si todos lo conocían, no me tratarían igual.


La identidad de una persona se forma a partir de aspectos que lo describen y permiten a los demás identificarlo, incluso, clasificarlo. En el diccionario identidad es definida como: “Conjunto de rasgos propios de un individuo o una colectividad que los caracterizan frente a los demás.” o bien como: “Conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta de las demás.”

Admito que, en varias temporadas de mi vida me ha faltado esa conciencia, el saber quien soy.


Buscando, afanosamente, la aprobación de otros y traicionando todo en cuanto creo, como dije, en un intento fallido por encajar. No fue hasta hace poco que comencé a comprender que, no se puede ni se debe vivir de lo que otros piensan. Sin importar que uno haga, diga o piense, se será odiado y amado por las mismas razones por los distintos grupos sociales.


No creo que exista alguien que no tenga identidad, sólo existe quien no tiene una clara idea de ella. En lo personal, eso ha representado un problema, pues en cuanto pierdo de vista quién soy, comienzo a cuestionar todo y preguntarme si lo que digo, pienso y hago es correcto o no. Se convierte en una búsqueda desesperada de aprobación para sentirse pleno.


¿Alguna vez has lanzado una piedra a un charco de agua en la tierra? Relativamente está clara y tranquila ¿Has visto que sucede? Con el ingreso de la piedra, el agua genera ondas y se agita, cuando la piedra toca el fondo, la tierra o el polvo se eleva en el agua, oscureciéndola.


Así es como pienso que son las vidas sin claridad de su identidad. Cada pensamiento que tienen, cada situación que llega a sus vidas, es como esa piedra que agita todo en su interior, generando más caos y confusión. Deseando que las ondas se acaben y el polvo se disipe para volver a tener un poco de claridad.


Un nombre, Una Decisión.

Recuerdo que leí en una ocasión que en los tiempos de la biblia, el nombre que te ponían, era mucho más representativo de lo que pudiéramos imaginar. Pues, no solo definía el cómo serías conocido, sino también el cómo te habrían de tratar los demás. Esta última condición hacía que una persona se formase una identidad según como los demás lo trataran; algunos talvez se conformaron con ello y vivieron y murieron creyendo en eso, decidieron vivir con el éxito que su nombre les trajo o con el desprecio que éste les provocó.


A decir verdad, no había mucho que ellos o ellas pudieran hacer, ya que fueron sus padres quienes escogieron sus nombres debido a algo que haya sucedido previo o durante su nacimiento. Simplemente no podían hacer nada para cambiar, cualquiera fuera el acontecimiento que dio lugar a su nombre, pero lo que si podían hacer y de hecho hicieron fue Decidir.


Llevo un buen tiempo creyendo que ninguna persona puede decirnos qué tan grandes, geniales, influyentes o exitosos podemos ser, únicamente nosotros. pero ¿Qué tiene esto que ver con la identidad?, en resumen, es lo cada uno tenga claro sobre sí mismo será el motor que le dirá qué tan lejos podrá llegar, y si a eso le sumas el propósito de Dios en su vida, no habrán límites.


Así que nosotros debemos decidir, si aceptamos o no nuestra identidad. Depende de nosotros elegir lo que nos define. Creo que Dios, es quién nos ha puesto en donde estamos y que lo que somos impacte a otros, pero lograrlo ya no depende de Él, esa es nuestra decisión. Y debemos actuar sin temor.


Si estás pasando por un momento turbio en tu vida y no logras ver tu identidad, no llenes tu corazón de temor, ni de desánimo, enfócate en aquello que eres bueno, lo que hace que todos sepan quién eres. Creo que el Espíritu Santo guiará tu vida en el resto del camino y te brindará consuelo y ánimo.


Es nuestra elección, adoptar una identidad superficial, o vivir la vida con identidad genuina; aquella que nos impulse y motive todos los días a ser lo mejor que podamos ser. No importa lo que digan los demás que somos o lo que se supone es lo único que podemos hacer, importa quien dice Dios que somos.



Te dejo algunos planes de lectura de YouVersion para que acompañes tu devocional:


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


Recibe el blog en tu correo

¡Gracias por suscribirte!

  • Instagram
  • Facebook
  • Twitter

© 2024 CharlyeCoradoBlog Powered by Wix.com

bottom of page